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Crónica sobre la clase magistral de Javier Gutiérrez

28/10/2025

Las calles de Israel, totalmente desiertas, en plena pandemia. Una visita como enviado especial en México, e historias de amigos en cualquier parte del mundo. Consejos de buenos compañeros y jornadas más y menos sufridas. Un poco de realismo. “Os voy a ser sincero, el periodismo hay que batallarlo mucho. Pero al menos hay que intentarlo y trabajar para ello”.

No hicieron falta más de cinco minutos y un par de frases, y los 22 alumnos y alumnas del Máster de RTVE ya escuchaban con total atención las palabras del profesor de la clase del pasado miércoles. Aunque Javier Gutiérrez, periodista de Televisión Española, traía una programación planificada, el guion acabó girando. Todos querían escuchar alguna anécdota más. Anécdotas con las que, muchos de ellos, llevan soñando desde que apostaron por convertirse en comunicadores.

La sesión comenzó con la presentación de la figura de Gutiérrez por parte de Álvaro, que destacó su amplia trayectoria como editor y reportero en los informativos de TVE. Al fondo del aula, varias cámaras y móviles capturaban el inicio, imágenes que más tarde servirían para elaborar la crónica y las publicaciones en redes sociales.

Gutiérrez habló sobre el mercado laboral, un tema que suele preocupar a los estudiantes, y sobre la importancia de entender el periodismo como técnica (y como responsabilidad y servicio público). La primera intervención no tardó en llegar. La siguieron muchas más, convirtiendo la clase en un debate abierto.

Compartió anécdotas de sus inicios, sobre cómo logró escalar hasta su puesto actual y la evolución de la estructura de TVE, recordando a los oyentes que, a pesar de ser una carrera de fondo, “es posible llegar” a donde quieres. Experiencias fuera de España y en zonas de conflictos que, aunque según su propia experiencia vinieron “sin buscarlas”, acabaron convirtiéndose en una gran oportunidad profesional y personal.

Más en profundidad, habló sobre la organización de las corresponsalías y el trabajo del día a día, distribución del flujo de información y ejemplos concretos de cada área. “¿Y cómo se hace una noticia internacional en Madrid? Aquí es donde yo os quiero decir cómo se hace una pieza de lo que ocurre, por ejemplo, en Nepal”, señaló. La respuesta es más sencilla en la teoría que en la práctica: “Documentación, empaparse de buenas fuentes como prensa internacional y una agenda de expertos y fuentes”.

Se centró además en la responsabilidad de decidir qué historias merecen abrir un telediario —de la cadena pública— y los criterios de selección. “Tomar decisiones informativas no es solo cuestión de criterio, sino de ética”, afirmó.

Ya en el ecuador de la clase, tocaba ponerse manos a la obra y montar una pieza individual —con vídeos aportados por agencias internacionales— sobre información internacional, centrada en este caso en el conflicto de Gaza. El objetivo inicial era analizar las claves para interpretar una noticia, aprender dónde recabar datos y recursos, y cómo construir una pieza de telediario. “Ese era el propósito de las cuatro horas por delante”, explicó Gutiérrez al inicio. Durante la práctica, también surgieron dudas sobre la ética del uso de las propias imágenes, que mostraban la crudeza de la situación vivida por miles de niños y adultos.

En lugar de dedicar una hora a la práctica, tuvimos media. La otra media, por decisión colectiva, la ocupamos volviendo a escuchar historias y experiencias de las que surgían preguntas de vez en cuando. El objetivo era “relacionar los vídeos y hacer una estructura mínima” de la noticia para, después poder volver a “bombardearlo” con dudas sobre su trayectoria fuera y dentro de España.

La frase con la que cerraba la sesión volvía a ser clara y realista: “Que encontréis vuestro camino y que lo hagáis con gusto”, concluyó el periodista. Una reflexión que volvía a incidir en la importancia de trabajar con honestidad con la profesión y, sobre todo, con uno mismo.

 

Texto: Lourdes Morillo / Imagen: Gloria Rincón y Manuel Bejarano