Óscar Torres entró pisando fuerte a la clase del Máster de Periodismo 360º y, tras una breve presentación en la que el gallego habló de cómo él también empezó formando parte de un máster formativo de RTVE, quiso que los alumnos fueran los protagonistas de esta clase magistral.

Empezó conociendo al alumnado, sus inquietudes, sus metas, sus miedos…; y cuando las presentaciones ya estaban hechas, no dudó en ponerlos a prueba. Las preguntas no paraban de salir de la boca de Torres: ¿quién es el corresponsal de Jerusalén de RNE?, ¿quién es el presentador de Las Mañanas de RNE?, entre otras, y aunque los alumnos miraban con desconcierto a Torres, no sabían que esto solo acababa de empezar.

Pasada la timidez y el miedo a equivocarse en las respuestas, Óscar consiguió lo que buscaba; que los alumnos se abrieran a conocer todo lo que conlleva RNE, desde su programación a sus valores. Torres no dudó en explicarles cada detalle del trabajo de las seis emisoras que forman la Radio Nacional de España y de su importancia, reivindicando así la R de RTVE.

El alumnado se fue interesando cada vez más en todo lo que explicaba y avivó aún más la chispa de ver la televisión pública y escuchar su radio, despertando un interés, que a veces se duerme sin quererlo.

El periodista y director de Informativos de RNE quería todavía más protagonismo del alumnado y ponerlos aún más a prueba, por lo que repartió un test de actualidad parecido a los de las oposiciones a cada uno. Tras unas risas, numerosos fallos y mucho aprendizaje, animó a los alumnos a intentarlo si es lo que verdaderamente quieren, destacando la importancia de la humildad y de “demostrar sin pisar al prójimo”.

Antes del descanso, Óscar quiso destacar la importancia de la inmediatez y del sonido en la radio, sin olvidar que “no queremos contarlo los primeros, queremos contarlo bien”, y aseguró que la clave para ello está en la contrastación.

Tras un descanso, en el que los alumnos más curiosos se acercaron a charlar con el periodista, la clase junto a Óscar se dirigió a los estudios de radio, donde empezó la verdadera prueba. Grupos de cuatro fueron pasando por el estudio para demostrar sus dotes de locución y de improvisación. El gallego hacía repetir una y otra vez la noticia a los alumnos, hasta que lograban la entonación y el ritmo adecuado. Después les soltaba un titular: muere una figura importante del toreo, dimite el presidente del Gobierno, el Papa León XIV visita Brasil, entre otros, y el alumnado debía improvisar esta noticia ante los micrófonos una y otra vez de distintas formas.

A continuación, vino la siguiente prueba; consistía en dos titulares, el fallecimiento de una figura importante en España y un atentado con decenas de víctimas en un lugar lejano, y en una pregunta:¿qué debe abrir el informativo? Después de algunas discusiones y muchos argumentos, los alumnos entendieron la importancia del criterio periodístico.

La clase terminó, como debía ser, en el estudio, con los alumnos yéndose a casa sabiendo que habían aprendido muchísimo y con la confianza de haber superado las pruebas que Óscar Torres les había hecho realizar, en una clase, que fue la definición perfecta de una clase magistral.

Texto: Leyre Moraza/ Imágenes: Juan Pérez