Sonia Gomes Gonçalves defiende su tesis doctoral
Ayer lunes 24 de junio, Sonia Gomes Gonçalves defendió su tesis doctoral titulada “Análisis e impacto de la desinformación organizacional y publicitaria. Una perspectiva comparada entre España y Portugal”, dirigida por la Dras. Gloria Jiménez Marín y Trinidad Núñez Domínguez e inscrita en el Programa de Doctorado Interuniversitario en Comunicación. La tesis obtuvo Mención Internacional
El tribunal de evaluación estuvo compuesto por Rodrigo Elías Zambrano, profesor de la Universidad de Sevilla, que actuó como presidente y Manuel Blanco Pérez, de la misma universidad que ejerció como secretario. Los vocales fueron Ángel Bartolomé Muñoz de Luna, de la Universidad de San Pablo-Ceu, Pedro Álvaro Pereira Correia, de la Universidad de Madeira (Portugal) y Nuria Cristina Sánchez-Gey Valenzuela, de la Universidad Pablo de Olavide.
Sónia Gomes Gonçalves cuenta con una larga experiencia en el campo de la comunicación. Máster en Lingüística, con especialización en Terminología del Periodismo, y Periodista de profesión, trabaja actualmente, y desde más de veinte años, en el Gobierno Regional de Madeira, en áreas de asesoría de comunicación. Igualmente, su perfil docente e investigador la ha llevado a impartir clases de publicidad, relaciones públicas y marketing desde hace más de 15 años.
La tesis aborda conceptos como el de desinformación, fake news y deepfakes, examinando las diferentes perspectivas de la actual difusión de la desinformación, que encuentra en las redes sociales un canal facilitado por la participación ciudadana, y las formas de combate.
El objetivo de partida era averiguar el impacto de contenidos desinformativos en las organizaciones, reflexionando sobre la desinformación publicitaria y presentando una perspectiva comparada entre España y Portugal.
Se ha diseñado una investigación que integra una metodología mixta, que incluye análisis de contenido de publicaciones de dos plataformas de fact-checking, una española y otra portuguesa (Maldita.es y Polígrafo), un cuestionario a estudiantes universitarios del área de la Comunicación de diferentes países y un estudio Delphi que reúne las opiniones de un panel de expertos del área.
Según los resultados del análisis, se infiere que las organizaciones son, en la mayoría de las ocasiones, un blanco fácil para quien desee difundir contenidos desinformativos. Por otra parte, los expertos consultados, en consonancia con la bibliografía revisada, opinan que las plataformas de fact-checking demuestran tener capacidades limitadas e insuficientes dada la creciente desinformación y entienden que la legislación, a pesar de haber revelado avances significativos, sigue siendo poco efectiva, especialmente en lo que respecta a la publicidad, donde los intereses económicos priman. También los esfuerzos de las autoridades en la alfabetización mediática deberían ser mayores, promoviendo la educomunicación también para un público más amplio e integrado.
Ante un escenario en el que el avance de las nuevas tecnologías derivadas de Internet y la amplia expansión de las redes sociales facilitan la propagación de desinformación, las organizaciones se ven obligadas a adoptar constantemente nuevas estrategias de relaciones públicas, especialmente para salvaguardar su reputación e imagen.