No solo limpian y desinfectan, también luchan contra la Covid-19
Un año después de que la pandemia de coronavirus nos afectara a todos de lleno, el concepto de desinfección y limpieza de los lugares públicos se torna distinto al que teníamos el año pasado. En la actual situación, todos hemos sido más conscientes de que este sector se ha vuelto, si cabe, aún más imprescindible.
Desde las 6:30 h de la mañana, el equipo de limpieza de nuestra facultad comienza su rutina de trabajo. El rigor y la seriedad es el binomio perfecto en el trabajo que realizan cada día con las nuevas medidas, según señala el personal de la limpieza de nuestra facultad en una entrevista realizada por el Gabinete de Comunicación para dar voz y poner en valor el trabajo que desempeña cada día este sector. Un trabajo, en muchas ocasiones, poco valorado y que merecen una especial mención por su labor diaria, especialmente en este año por la implicación de cada uno de ellos en la lucha contra la Covid19.
En una época en la que la limpieza y desinfección de espacios supone uno de los aspectos fundamentales en la lucha contra el virus, Susana Izquierdo, Sonia Delgado, Margarita Manchengo, Fernando Madueño, Reyes Pérez, Natividad Román y Belinda Villar, nos relatan el cambio de hábito y de trabajo en la FCom. Desde las mascarillas, trajes EPI’s y material nuevo de limpieza, hasta nuevos protocolos de desinfección para facilitar la separación de personas y la organización. Nos confiesan que se han acostumbrado a esta nueva forma de trabajar, aunque todavía con miedo a posibles contagios y, sobretodo, con el mismo sentimiento de responsabilidad que llevan experimentando desde el principio.
Nos trasladan en esta entrevista la exigencia que las acompaña desde el día que, como ellas mismas confiesan, entendieron perfectamente lo que era la pandemia a pasos agigantados. Se refieren al día en que hubo un primer positivo confirmado en la Facultad de Comunicación. Una situación, sin duda, repentina e inesperada para ellas y ellos, ya que tuvieron que desinfectar todas y cada una de las zonas que habría recorrido la persona infectada, lo que supuso un gran esfuerzo y una gran responsabilidad para con la salud de cientos de personas y, por supuesto, un riesgo para la propia salud de estos trabajadores. “Es algo que escuchas en la tele, pero cuando lo vives en primera persona y afecta a tu puesto de trabajo, lo vives de otra forma”, aseguran.
Durante la cuarentena, los empleados de la limpieza seguían trabajando de dos en dos, una o dos veces por semana. Repasaban cada día las zonas donde había personas trabajando, ascensores, pomos de las puertas y todo aquello que pudieran tocar el personal docente que en ese momento pasaba por la facultad. Poco a poco, aseguran, se fueron haciendo con la situación. Ya con la llegada del curso escolar en septiembre, con el edificio y los hábitos de limpieza cambiados, la rareza y la novedad se convirtió en costumbre, y la exigencia, tanto de ellas mismas como de todas las personas que pasaban por la facultad, se volvió aún mayor. Nos cuentan que ahora se toman con mucha responsabilidad su tarea al tratarse de un tema de seguridad pública. “Ahora hasta el mínimo detalle se debe limpiar a consciencia, porque tú no sabes si los alumnos han tocado algo o no, es mucho más estresante pero, si ellos tienen que estar seguros, por nosotras no va a ser”. Nos relatan que cuando la situación estalló, hubo un ‘boom’ de limpieza por parte de todos, ellos estaban más asustados y veían que las personas también tenían más miedo de rozar cualquier parte del mobiliario de la facultad.
Se torna tan sustancial y necesario su trabajo en la facultad que, cuando se celebró selectividad en septiembre, cuentan que todos los centros cerraron menos en los que se realizaban las pruebas de acceso a la universidad. Estos trabajadores tuvieron que preparar la Facultad de Ingeniería para desinfectar y limpiar conforme a la seguridad de todos. Mientras trabajaban en la Facultad de Ingeniería, la FCom quedó sin personal de limpieza, por lo que tuvo que cerrar sus puertas durante esos días. El trabajo de estos empleados se vuelve, una vez más, esencial e imprescindible para el funcionamiento de los centros de una Universidad.
Con motivo de la vuelta a la semipresencialidad en la FCom, nos aseguran que podemos estar tranquilos en cuanto a la limpieza de las superficies. La desinfección diaria se realiza al cien por cien, sin permitir el mínimo descuido con el objetivo común de que la seguridad de todos esté totalmente cubierta. Estos trabajadores son más conscientes que nunca del valor de su trabajo para nuestra facultad y para nuestra salud, son un eje fundamental.
Por todo ello, desde el Gabinete de Comunicación de la facultad, queremos agradecer al personal de limpieza por prestar un servicio tan importante para el bienestar y la salud de las personas, siendo conscientes del valor y la importancia de esta profesión, con o sin coronavirus de por medio.
Por Nieves Estevez.