Cierra con éxito el encuentro DIGRA Sevilla 2023
El pasado lunes tuvo lugar el acto de inauguración de este evento que, tras su paso por ciudades como Pekín, Melbourne, Turín, Kioto y Cracovia, llegó a Sevilla con una serie de talleres sobre la práctica y diseño del videojuego coordinados por nombres relevantes del ámbito de los game studies como Eric Zimmerman, Mia Consalvo o Paolo Ruffino.
Los talleres dieron paso a un aspecto más académico en una conferencia en modo híbrido, donde se contó con una alta participación online. Con un total de hasta once paneles simultáneos alrededor del leit motiv “Limits and Margins of Games”, se dieron cita una multitud de temas, desde la gamificación y la sostenibilidad, hasta los acercamientos más relativos a la vanguardia del videojuego, pasando por la herencia cultural, la ecología, los mundos posibles y los juegos ficcionales, entre otros muchos.
La organización local de DiGRA Sevilla se volcó en el aspecto tecnológico, haciendo del streaming una opción pionera en este congreso internacional. Así sucedió no solo con una de las ponentes principales, la Dra. Emily Marlow, curadora del National Videogame Museum de Reino Unido, sino también con multitud de conferenciantes a lo largo de los cinco días de comunicaciones. Asimismo, las conferencias pudieron ser presenciadas desde casa por los participantes que optaron por no desplazarse.
El ciclo de conferencias se abrió con la aportación del diseñador de videojuegos Michael Santorum, de la desarrolladora española Tequila Works, que disertó sobre el valor del vínculo entre lo narrativo y lo interactivo en el ocio digital. La Dra. Renata Ntelia, de la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, fue la encargada de cerrar el evento el viernes, con una conferencia magistral sobre el amor romántico en los videojuegos, su representación, su diferencia frente a las representaciones literarias y cinematográficas y los límites actuales de los propios juegos.
El esfuerzo conjunto del equipo organizativo de Sevilla, con el apoyo del personal de la Facultad de Comunicación y la participación de un equipo de treinta estudiantes en funciones de voluntariado cuyo esfuerzo resultó fundamental para el buen funcionamiento de las sesiones, garantizó en el evento un éxito de asistencia inédito desde la pandemia.