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Carlos Saura o la historia del cine español

Hay directores que nos calan hasta los huesos. Por muchos motivos, Saura forma parte de ese listado de nombres privilegiados de nuestro cine, junto a Buñuel, Berlanga, Bardem o Erice, que han definido una época de la historia del cine español, han compartido con nosotros un universo particular -cosa extraña en el caso del cine español- y, como espectadores, nos han dejado una huella indeleble. No voy a resaltar el valor y la importancia de la obra de Saura en la historia del cine español, simplemente porque hacerlo no supone más que un ejercicio de repetición de lo que historiadores, críticos y ¿público? ya conocen.

En lugar de recrearme en tautologías, prefiero recordar dos hechos significativos relacionados con Saura, ambos enmarcados en la Facultad de Comunicación aunque de desigual importancia si nos atenemos a la relevancia de sus protagonistas. El primero -en todos los órdenes que puedan imaginar-, es el curso Arte y Sociedad en el cine de Carlos Saura, impartido por el profesor Rafael Utrera en el programa de doctorado Imagen y Publicidad en el año 1998. Tras el desarrollo de un curso apasionante por parte del maestro Utrera -aún me siento reconfortado por la calidez del Salón de Actos de Gonzalo de Bilbao y por la voz pausada y tranquila de nuestro querido profesor-, los estudiantes de doctorado tuvimos la oportunidad de conocer a Saura y discutir con él, cara a cara, los diferentes leitmotivs de su cine vistos en el curso: las relaciones familiares -de pareja, paternofiliales, fraternales- la función de la música como elemento narrativo, los recurrentes cachivaches tecnológicos utilizados en sus filmes, el uso del surrealismo, la crítica al franquismo, etc., etc. Saura se mostró como era, un hombre sencillo, amable, de notable sensibilidad y con una vasta cultura. Todos caímos rendidos a sus pies y aquella inesperada visita todavía hoy sigue siendo motivo de charla recurrente en los reencuentros de aquellos afortunados doctorandos.

El segundo hecho, de menor importancia, es el Seminario monográfico sobre Saura que tuvo lugar en 2013, en mi último año como profesor titular de la asignatura Historia del Cine Español -el profesor Utrera se jubiló el 6 de junio de 2012-. En esta ocasión no pudimos contar con Saura, tampoco hicimos un recorrido por los motivos principales de sus filmes. En su lugar, decidimos enfrentar las obras de Saura de la época tardofranquista con sus obras realizadas tras la muerte de Franco a la luz de una de las interesantes teorías de Francisco Ayala recogidas en La imagen de España (Alianza Editorial, 1986). Según el escritor y crítico literario granadino, ¿había significado su adaptación de Carmen (1983) un abandono de su cine de oposición para abrazar uno de los temas más reaccionarios de nuestro cine durante el franquismo, el de la españolada? La respuesta al interrogante no es importante ahora. Sí lo es señalar que el seminario sobre Saura se desarrolló porque fue elegido por el alumnado entre una veintena de propuestas de análisis de la obra y figura de otros tantos directores del cine español.

No sé si Saura tiene hoy este tirón entre nuestros estudiantes, el audiovisual ha cambiado mucho en la última década, pero, mientras exista la asignatura Historia del Cine Español, Saura seguirá vivo entre las paredes de la Facultad de Comunicación.

 

Luis Navarrete Cardero, decano de la Facultad de Comunicación