Presentación del libro "Todo por decir", de Tomás Alcoverro

El próximo jueves 11 de mayo se presentará en la Sala de Juntas de la Facultad de Comunicación el libro "Todo por decir" de Tomás Alcoverro. Participarán en el evento Luis Navarrete Cardero, decano del centro y Antonio Navarro, periodista, corresponsal en Marruecos, egresado de esta Facultad.

‘Todo por decir’ (ediciones Carena) es la historia del periodista occidental que más tiempo lleva como corresponsal en Oriente Medio.  Tomás Alcoverro (Barcelona, 1940) desgrana en una apasionante conversación con el periodista Plàcid García-Planas las claves de una de las regiones más convulsas del mundo.

‘Todo por decir’ comienza con un kaláshnikov y termina, cincuenta años después, con unas flores. Todo en un balcón de Beirut. La ciudad de Tomás Alcoverro. El corresponsal de La Vanguardia ha sido testigo de todos los grandes acontecimientos de la Oriente Medio desde 1970.

Autor de más de 7000 crónicas periodísticas, Tomás Alcoverro es autor de varios libros, entre ellos ‘El Decano’, que recoge una selección de sus artículos; ‘Espejismos de Oriente’, un compendio de sus trabajos difundidos en el blog Diario de Beirut; ‘Atrapados en la discordia’, un libro de conversaciones sobre el conflicto palestino-israelí; y más recientemente ‘¿Por qué Damasco?’ y ‘La noria de Beirut’, obras en las que desgrana la apasionante realidad de Siria y el Líbano.

Tomás Alcoverro editó artículos de Josep Pla, vivió el París de 1968, invitó a García Márquez a una paella en Badalona cuando el novelista no era conocido y voló con Josep Tarradellas en la avioneta que le devolvió del exilio. Pero, sobre todo, ha sido testigo directo de las convulsiones del mundo que se extiende entre El Cairo y Teherán: el entierro de Násser, el regreso de Jomeini y el Arafat de Septiembre Negro.

De los mitificados kibutz israelíes de 1967 a la última gran explosión en el puerto de Beirut en 2020, el veterano corresponsal del diario ‘La Vanguardia’ cuenta historias que él siempre ha escrito con bolígrafo antes de pasar al teclado. “Escribo todas las guerras a mano sobre papel. Es más sensual”, afirma el mítico periodista barcelonés.