Clara Pérez López

El pasado 21 de junio la Facultad de Comunicación se volvió a vestir de gala para despedir a la promoción 2020-2024 del Grado en Comunicación Audiovisual. La ceremonia de despedida dio comienzo con un video recopilatorio de los acontecimientos noticiosos y audiovisuales que han marcado los cuatro años de esta generación de alumnos. Una promoción que dio sus primeros pasos en un curso atravesado por la pandemia del COVID- 19 y en el que la pantalla se convirtió en protagonista del nexo de unión entre alumnos y profesores. Fernando Romero y Violeta Bernal fueron los maestros de ceremonias que tomaron el mando de este acto de despedida y presentaron a las autoridades encargadas de presidirlo.

Hasta el segundo curso, los ya graduados en Comunicación Audiovisual, no pudieron conocer las caras de sus compañeros y compartir juntos los espacios de la facultad. Unos hechos que se condensaron en un entrañable video conmemorativo y en un discurso en nombre de la promoción que llevaron a cabo los alumnos Emma Caballero y Manuel Caballero.

La lección magistral, en este caso, fue transmitida por dos voces distintas. En primer lugar, Sergio Cobos Durán citó a diversos autores, directores y escritores. “Prefiero perder que ganar de manera injusta y cruel”, expresaba el profesor titular citando a Pier Paolo Pasolini que defendía una educación en el fracaso y en la derrota. En segundo lugar, Miguel Ángel Pérez Gómez encarnó la parte más cercana y personal de la lección magistral.

El Salón de Actos rebosaba de ramos de flores y familiares orgullosos que esperaban ansiosos la llegada del momento culmen. Ciento doce alumnos subieron al estrado, a la vez que iban siendo nombrados por la profesora Estrella Fernández, para recibir la banda y el diploma que los convertiría finalmente en graduados.  

Los presentadores tomaron por última vez la palabra para dar paso al discurso y clausura del acto a cargo de Luis Navarrete, decano de la Facultad. Tres palabras y tres mujeres fueron protagonista de su discurso. La pasión encarnada en la novelista y guionista británica Elinor Glyn, el compromiso de la productora y directora cinematográfica Esther García y la verdad representada por la catedrática Janet H. Murray cuyos estudios aportaron para la configuración de una narrativa videolúdica.

Con el canto del Gaudeamus Igitur no soló se cerró el acto de despedida, sino una etapa más en la vida de cientos de alumnos que junto a sus inseguridades, inquietudes y deseos afrontarán el futuro venidero.